¡Hola de nuevo!
Mayo se está esfumando súper rápido, y aún no hemos publicado el post correspondiente a este mes. Es una época cargada de eventos, fiestas, bodas, graduaciones…. La primavera siempre nos invita a celebrar.
Cómo sabéis Buena Percha es una tienda de moda y complementos, la línea de la tienda es original, divertida, con ropa con diseños especiales y poco vistos. Apostamos por marcas que nos vistan de forma cómoda y coqueta, muy de diario pero siempre con un toque presumido. Nuestra apuesta es más bien casual. Bien es cierto que todas las temporadas incorporamos una pequeña colección de ceremonia. Aunque nuestra tienda no sea de ese tipo de ropa, la marca con la que trabajamos ofrece modelos muy versátiles dependiendo del toque que cada persona le quiera dar. Se trata, cómo sabéis de Marú Atelier y os he hablado de ella en uno de los post anteriores.
En este mundo la imagen es muy importante, el mundo de las RRSS se ha hecho con el mercado y un buen perfil es nuestro mejor escaparate. A los que llevamos más de una década detrás de un mostrador nos ha tocado salir de ahí, actualizarnos, formarnos y cambiar nuestra manera de «vender», nuestra forma de mostraros el producto llevándolo de esta forma a vuestro día a día.
En este post quiero mostraros un shooting que hemos realizado con esta colección de ceremonia y me gustaría comentar varios aspectos. El primero es que no hay ningún fotógrafo profesional detrás de esas imágenes, son mías las fotos, y matizo este apunte por una razón. Es importante rodearse siempre de profesionales, no pretendo fomentar con esto el intrusismo laboral ni mucho menos. Buena Percha ha contado en varias ocasiones con fotógrafos profesionales como Ana P. Rodríguez (@Bartollina en RRSS) y siempre que hemos trabajado juntas el resultado ha sido fabuloso. Así que todos mis respetos a todos los profesionales del mundo de la fotografía y mis disculpas también por los fallos de enfoque, edición y luz que, seguro, haya muchos. El segundo aspecto es la gratitud enorme que quiero mostrar hacia las personas que se ponen delante de la cámara. En este caso Marta, amiga de toda la vida que ha prestado su imagen y su eterna sonrisa para esta sesión. El equipo humano que un autónomo tiene detrás es impagable.
Ahora sí, después de este rollo que os acabo de soltar, os dejo con las imágenes. ¡Espero que os gusten! Nos vemos en el siguiente post.
Abrazos Mil